Pinturas con trampa
septiembre 4, 2024El agua no tiene huesos
“El agua no tiene huesos”. Esta expresión ha sido repetida hasta la saciedad por los sufridores de las consecuencias de que el agua no circule por el sitio por donde debería. Bien es cierto que la mayoría de las veces somos nosotros los que no le enseñamos el camino adecuado, y bueno, otras veces tiene la manía de saltarse las normas y encuentra nuevos caminos.
En el caso del que hablamos hoy, trata de la eliminación de una vía de agua que circula entre el encuentro de un colector con el muro pantalla de la arqueta que recogerá el agua del vertido.
Aunque no se ve bien en esta primera foto, la contrata había reconducido la vía con tres tubos hasta la arqueta, donde existe una bomba permanentemente funcionando para extraer el agua. Para que os hagáis una idea del caudal, si la bomba dejaba de funcionar 5 minutos, el agua se rebosaba del depósito, que posee un volumen aproximado de 1 m3.
Antes de entrar al trapo, extraemos información de los realizado previamente para intentar adivinar que pasa por detrás del muro. La contrata, para poder colocar los colectores, había realizado previamente a unos 50 mts de la zona en cuestión un pozo y tenía colocada una bomba de agua que mantenía el nivel freático justo por debajo del colector. Si esta bomba se paraba, el nivel freático subía por encima del tubo.
Con esto, diseñamos un poco la estrategia de la actuación. Antes de atacar la vía, es necesario fijar el resto de la superficie del tubo para que, una vez la bomba se elimine, evite la entrada de agua. Para ello, procedemos a picar todo el relleno de ladrillos y mortero que tenía hasta dejar el hormigón limpio.
Despúes de tener todo bien limpio, colocamos una doble junta hidroexpansiva que procedemos a tapar con mortero de reparación estructural sulforresistente (R4).
La intención ahora es provocar que el agua salga por donde a nosotros nos interesa. En este caso, que solo salga por los tubos de plástico, así que hay que asegurar el perímetro. Picamos, contenemos con mortero rápido y vamos colocando los inyectores que posteriormente nos servirán para introducir la resina acuareactiva que nos servirá para taponar la vía de agua.
La resina que usamos en este caso tenía un tiempo de reacción de 20 segundos, así que durante ese tiempo había que conseguir que la resina se quedase dentro y no saliese arrastrada por el agua. ¿Adivináis para qué son las pelotas de goma?
Contención del agua, petardazo de resina, 20 segundos y… ¡¡¡¡tachannnn!!!!
Se puede ver la espuma asomando por el tubo. Esto nos dió tiempo para asegurar la zona de contención realizada con mortero (que ya empezaba a flaquear) y, tras varias inyecciones más pequeñas para sellar pequeñas fisuras, el asunto se quedo como sigue:
Una vez fijado el tubo completo, se fue rellenando con mortero de reparación estructural al que se le iban intercalando capas finas de mortero de impermeabilización. A mitad del proceso, la contrata retiró la bomba que mantenía el nivel freatico por debajo del tubo. Comprobamos que no salía via alguna por el tubo y terminamos de rellenar: